Este 24 de abril de 2020 se cumplen 7 años del hundimiento del edificio Rana Plaza de Bangladesh, una tragedia en la que fallecieron 1138 personas trabajadoras de la industria textil del fast fashion. Esa catástrofe sacudió muchas conciencias en Occidente, destapando las vergüenzas de un sector que, además de ser el segundo más contaminante del mundo, practica la injusticia social mediante contratos laborales abusivos que rozan la esclavitud.
Te puede sonar muy crudo, lo sé, pero es la única realidad que a día de hoy todavía impera cuando compramos camisetas a 3 euros o tejanos al precio del comercio local de hace 20 años. Esto que te cuento no es para generarte sentimiento de culpa. La enseñanza positiva es que, dicha catástrofe, propició un intenso debate sobre las formas de producción textil masiva, reclamando un cambio de conciencia global, ya no solo en la industria, si no en las personas de a pie, acercándonos a muchas de nosotras a una forma de vestir más consciente y sostenible 🍃❤. Este debate toma cuerpo gracias a la Fashion Revolution week, el evento que, anualmente, lidera @fash_revspain durante la semana del 24 de abril.
Es que el ser humano es así. Aprendemos a base de tortazos, literalmente. Este triste aniversario me hace pensar en la excepcional situación que estamos viviendo con el actual estado de alarma debido al Covid-19. Y en si el confinamiento, la incertidumbre y la crisis económica, que amenaza gravemente la supervivencia de muchas marcas pequeñas y honestas, debería remover conciencias y propiciar una mayor exigencia en nuestra forma de consumir.
Este momento nos ha demostrado que menos es más, que no necesitamos tantas cosas, que con menos pero mejores es suficiente, y que ayudarnos entre nosotras es la única solución plausible y económicamente justa, para que todas tengamos un espacio digno en el que desarrollarnos.
Fotografía de Candela Balboa con la magnética Andrea Fouteza, llevando un bonito sujetador de lencería orgánica, disponible en Ecometas.
Semillas que brotan gracias a la Fashion Revolution
Si te preocupa e interesa el origen de las prendas que compras, o la forma de producir de tus marcas favoritas, me gustaría recomendarte dos magníficos directorios de marcas sostenibles. Son Consume con Coco y Yo regalo talento local, ambos especializados en marcas que producen de forma ética, y de los que Ecometas forma parte también🖤. Y si te apetece formarte y aprender más, puedes apuntarte a alguna de las actividades que organizan desde Fashion Revolution. Y es que es vital recordar que de este movimiento surgió la semilla que produjo cambios de visión sobre la moda para muchos colectivos y personas.
Ecometas: una historia personal de sostenibilidad y sororidad
Fue precisamente esa semilla la que también generó un cambio en mí y transformó mi forma de entender la moda, preocupándome de investigar y reflexionar un poco antes de comprar cualquier prenda bonita. Y me acercó a un consumo textil más sostenible, basado en las propuestas de creadoras locales y marcas con (buenas) historias que contar. Y algunos años después, la semilla brotó en forma de un proyecto llamado Ecometas, para vestir de forma consciente y sostenible tu interior.
Por muchas más semillas que broten, nos remuevan y movilicen.
Por último, te comparto la bonita animación que ha realizado para Ecometas la ilustradora Greta Serra, en el marco de la Fashion Revolution 2020. Y me despido con las palabras de Natalia, responsable de unos de Wear It Slow: uno de los blogs de referencia de moda sostenible en España:
Colaboración de @gretaserra para Ecometas y Wear It Slow
La revolución empieza en una misma. Cambiarlo todo. La revolución es salvar el planeta. Vida. La revolución es futuro.
La revolución empieza muy dentro de nosotras, en nuestra ropa, en todo lo que nos define, y todo lo que nos toca. Lo que va con nosotras. Lo que somos.
Y está en nuestro cajón. En nuestro cuerpo. En nuestra ropa interior. Hoy la celebramos con Ecometas porque es revolución, futuro, mujer y vida.